1. Limpieza suave

• Frecuencia: Lava tu rostro dos veces al día (mañana y noche) con un limpiador suave que respete el pH de tu piel.
• Evita productos agresivos: No uses jabones muy fuertes o exfoliantes abrasivos que puedan desbalancear la piel.
• Temperatura del agua: Evita el agua caliente, ya que puede resecar la piel. Usa agua tibia o fría para mantener la barrera de hidratación intacta.

2. Hidratación

• Crema hidratante ligera: Aunque tu piel no sea seca ni grasa, siempre es bueno aplicar una crema hidratante ligera que ayude a mantener el equilibrio.
• Ingrediente clave: Busca cremas con ingredientes como ácido hialurónico o glicerina que mantengan la hidratación sin sobrecargar la piel.
• No olvides el contorno de los ojos: Usa una crema ligera para el contorno de los ojos, especialmente si notas algún signo de cansancio o hinchazón.

3. Protección solar

• Usa protector solar diario: Aunque tu piel sea normal, es importante protegerla de los efectos nocivos del sol. Opta por un protector solar de amplio espectro con FPS 30 o más.
• Re aplica: Si vas a estar al aire libre durante mucho tiempo, asegúrate de reaplicar cada 2-3 horas.

4. Exfoliación suave (1-2 veces por semana)

• Exfoliante suave: Exfoliar la piel ayuda a eliminar las células muertas y a mantener la textura suave, pero no es necesario hacerlo todos los días. Una exfoliación suave una vez a la semana es suficiente.
• Evita exfoliantes agresivos: Opta por exfoliantes enzimáticos o con partículas finas que no irriten la piel.

5. Mascarillas hidratantes

• Mascarillas de vez en cuando: De vez en cuando, puedes aplicar una mascarilla hidratante o calmante para darle un extra de nutrición y frescura a tu piel.
• Ingredientes recomendados: Busca mascarillas con aloe vera, arcilla suave, o ingredientes como la avena, que son ideales para mantener la piel equilibrada.

6. Estilo de vida saludable

• Mantén una dieta equilibrada: Comer frutas, verduras, proteínas magras y beber suficiente agua tiene un impacto directo en la salud de tu piel.
• Duerme lo suficiente: El sueño es esencial para la regeneración celular y la salud general de la piel.
• Evita el estrés: El estrés puede afectar la apariencia de tu piel. Practica actividades que te relajen, como el yoga o la meditación.

7. Evita el exceso de productos

• No sobrecargues la piel: Si tienes piel normal, no es necesario utilizar demasiados productos. Mantén tu rutina simple para no alterar el equilibrio de tu piel.

8. Revisión periódica

• Observa tu piel: Aunque tengas piel normal, de vez en cuando puedes notar cambios por factores externos como el clima o el estrés. Ajusta tu rutina según sea necesario.

Siguiendo estos pasos, puedes mantener tu piel normal en su mejor estado, radiante y equilibrada.

Te esperamos en Clínica Aurus Polanco o Coyoacán para que descubras la mejor versión de tu piel.